Las actividades de producción y distribución de Sika consumen menos energía que las de sus industrias proveedoras, concretamente la industria química, pero se basan en gran medida en fuentes de energía no renovables. Esto expone a Sika a la volatilidad de los precios, a la incertidumbre del suministro y al aumento de las medidas reguladoras relacionadas con el consumo de energía, como los impuestos sobre las emisiones de CO2. Por lo tanto, Sika cree que la eficiencia energética y la mitigación de las emisiones son factores clave para el éxito de sus esfuerzos generales de eficiencia.

Aparte de las materias primas, la energía es el principal recurso utilizado en las operaciones de Sika. Las emisiones de CO2 son consecuencia del consumo de combustibles fósiles, pero también de las emisiones directas de los procesos de fabricación, que pueden limitarse aumentando la eficiencia energética. La huella de CO2 de la electricidad comprada depende de la producción de energía en cada país y no se puede influir fácilmente en ella. Sika se compromete a maximizar la proporción de suministro de electricidad renovable en sus operaciones mediante diversos tipos de instrumentos renovables, minimizando los impactos negativos sobre el cambio climático, reduciendo los costes y aumentando la competitividad. Gestión energética

Algunos proyectos para reducir el consumo energético